Educar es lo mismo que poner un motor a una barca...
hay que medir, pensar, equilibrar... y poner todo en marcha. Pero para eso, uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino...un poco de pirata...un poco de poeta...
y un kilo y medio de paciencia concentrada.

Pero es consolador soñar mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.

Soñar que cuando un día esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera enarbolada.

lunes, 9 de septiembre de 2013

PRODUCTO #3

"LOS SECRETOS"

En esta actividad ordenamos cinco secretos de nuestra vida, después les pusimos un orden de importancia, el más significativo lo compartimos con un compañero adoptando las posturas correctas. En el ejercicio yo tomé el papel de tutor y escuché atentamente el secreto de mi compañero, que en este caso era el tutorado. Recatamos los siguientes puntos de la entrevista:
1.Planteamiento del problema y descripción de los objetivos de la entrevista.
2.Fase exploratoria para recoger datos.
3.Propuestas de alternativas de solución del problema planteado.


En el transcurso de la charla recordé varios tips que eran necesarios para que nuestra entrevista tuviera éxito y no hacer sentir incómodo a nuestro compañero, la actitud que tomé fue la de comprensión o empática, en la cual consideré el escuchar atentamente a mi compañero, tanto los mensajes verbales y los no verbales que el me transmitía lo más empatico posible, es decir darle a entender que comprendía su situación.
Consideré que capté y comprendí en cierta manera los sentimientos de mi compañero ante la situación. El educador comprende de qué modo se siente y se ve a sí mismo el interlocutor en ese momento. Intentan meterse “en la piel” del otro y tomar conciencia de las ideas expresadas por él, que en este caso eran familiares. Para que mi compañero se sintiera más en confianza yo también le hablé de mi secreto, mostrándome como un espejo ante el, es decir, le hice sentir lo que había comprendido de su mundo interior. Consideré el no aconsejar a mi compañero, en lugar de esto decidí externarle soluciones que yo había tomado y que me habían resultado benéficas, es decir en la fase de desarrollo y en la parte final de la entrevista, cuando se establece acuerdos y pautas de comportamiento para solucionar los problemas que se han tratado a lo largo de la entrevista, cuidé de modo especial el respeto a la libertad de mi compañero.
Fue una gran experiencia la que vivimos en clase....

No hay comentarios:

Publicar un comentario